Cuidado y Mantenimiento de tu Mandil Plomado: Alarga su Vida y Garantiza tu Protección
Tu Primera Línea de Defensa
En Grupo Requena, sabemos que para los profesionales de la salud en México —radiólogos, técnicos, cirujanos y todo el personal de hospitales, clínicas y laboratorios de imagen— la precisión diagnóstica es primordial. Pero igual de importante es la seguridad, y en el corazón de esa seguridad se encuentra su mandil plomado.
Esta prenda especializada es su escudo personal, su primera línea de defensa contra la radiación. Por ello, un cuidado adecuado no es solo una cuestión de limpieza, sino una responsabilidad profesional que impacta directamente en su protección y en la inversión de su institución.
Seguir estas recomendaciones simples pero cruciales puede duplicar, e incluso triplicar, la vida útil de su equipo de protección.
Guía Rápida para el Cuidado de tu Mandil Plomado
1. La Limpieza Diaria: Suave y Eficaz
La acumulación de sudor, polvo y residuos orgánicos puede degradar la tela y las costuras con el tiempo.
Qué Usar: Un paño suave humedecido con agua y un jabón neutro (como el jabón de castilla o marcas suaves disponibles en México). Una solución desinfectante suave también es aceptable.
Cómo Hacerlo:
Cuelgue el mandil en una perilla o gancho resistente.
Pase el paño húmedo con suavidad sobre la superficie. NUNCA frote o cepille con fuerza.
NUNCA sumerja el mandil en agua. La humedad excesiva puede dañar el material plomado interno y debilitar la tela.
2. La Desinfección: Fundamental en el Entorno Médico
En un entorno donde la prevención de infecciones es crítica, la desinfección correcta es vital.
Recomendado: Toallas desinfectantes comerciales suaves o soluciones a base de alcohol diluido.
Prohibido Totalmente: Cloro, hipoclorito de sodio (blanqueador) o cualquier limpiador con lejía.** Estos químicos son extremadamente agresivos y deterioran rápidamente las fibras del mandil**, volviéndolo quebradizo y comprometiendo su integridad.
Advertencia: Evite los limpiadores abrasivos y los que contengan acetona o disolventes fuertes.
3. El Secado: Natural es Mejor
Después de la limpieza, el secado correcto es clave para prevenir hongos y malos olores.
Siempre: Cuelgue el mandil en un gancho ancho y resistente, en un lugar bien ventilado y lejos de fuentes directas de calor (como radiadores, calentadores o bajo el sol intenso).
Nunca: Use secadoras de ropa, planchas o cualquier método de calor artificial. El calor excesivo puede derretir o agrietar la capa de plomo interior.
4. El Almacenamiento: La Postura Correcta
Cómo guarda su mandil cuando no está en uso es uno de los factores más importantes para su longevidad.
Método Correcto: Siempre cuélguelo en un gancho diseñado para mandiles. El gancho debe ser ancho (como los de madera para abrigos) para distribuir el peso y evitar marcas o deformaciones en los hombros.
Método Incorrecto (y Muy Común): NUNCA doble el mandil de forma brusca o lo guarde apretado en un cajón o estante. Doblar el plomo repetidamente en el mismo lugar crea puntos de tensión que eventualmente llevan a grietas en la protección, creando áreas vulnerables por donde la radiación puede pasar. Si necesita doblarlo para transporte, hágalo de la manera más suave posible y evitando un pliegue marcado en la misma zona.
Así como se calibra el equipo de imagen, su mandil plomado necesita una revisión rutinaria. Recomendamos:
1. Prueba Visual y Táctil:Cada 6 meses, extienda el mandil sobre una superficie plana y páselo suavamente con la mano. Busque grietas, abultamientos o áreas que suenen diferente (más delgadas o quebradizas) al tacto.
2. Revisión de Costuras y Broches: Asegúrese de que las costuras estén intactas y que los broches funcionen correctamente.
3. Prueba de Fluoroscopía: La forma más confiable de detectar daños no visibles es mediante una inspección con fluoroscopía. Muchos hospitales en México cuentan con este equipo. Si identifica cualquier imperfección, deje de usar el mandil inmediatamente y contáctenos.
Conclusión: Invierte en Tu Seguridad con Grupo Requena
En Grupo Requena, no solo le ofrecemos la más alta calidad en mandiles y equipo de protección radiológica; le brindamos el conocimiento para proteger su inversión y, lo más importante, su salud.
Un mandil bien cuidado es un escudo confiable. Siguiendo estas prácticas, no solo ahorrará recursos a su institución, sino que garantizará que su protección esté siempre en óptimas condiciones.
¿Tiene dudas sobre el estado de sus mandiles o necesita asesoría para su equipo de protección? En Grupo Requena estamos para servirle.
Grupo Requena - Especialistas en Protección Radiológica en México.




